lunes, 17 de octubre de 2016

Príncipe Negro

Compañero, Camarada:
Antes de comenzar, decir las cosas que me gustan de ti.
Me gustan tus ojos, tus labios, la forma en que miras con recelo.
Tus manos, y cómo son el fundamento más convincente de lo que sea que digas.
Retozar en el contacto de tu piel desnuda y fría, mirando el humo de cigarrillo deshacerse y escurrir en el aire tibio de la habitación.
El humo escapando presuroso de entre tus labios es otra cosa que me gusta.
Mirarte ratos infinitos e inertes, sin decir nada más de lo que queremos que se diga.
¿Renunciaremos a esto?
La incertidumbre me ataca desde todos los flancos, pero tu corazón palpitando fuerte y tu pulso presuroso me dan un posibilidad.
Retozando en aquella noche magullada y adolorida, abochornada, tibia.
Tu respiración profunda. Suspiros.
Me amas. Te amo.
El negro es el color.
Solo el fuego extinguirá al fuego.
"Así que nunca pololees conmigo, porque te voy a hacer sufrir"


No hay comentarios:

Publicar un comentario